En días pasados mi padre cumplía años, no sabia que hacer, pues, esta lejos de mi en estos momentos, así que, decidí escribirle algo.
En ese ínterin de escribirle algo a mi padre, descubrí que jamas lo había hecho.
Seguí profundizando; ¿Que escribirle? ¿Que decirle?. Comencé con lo que llamo "una declaración de amor".
Lo amo profundamente, pero nunca se lo había dicho, al menos no en palabras, la carta comenzó inspirada por el titulo "Honraras a tu padre y a tu madre", nose porque, simplemente fue así, seguramente algo que pugnaba por salir del inconsciente, recordé muchísimo a Viktor Frankl en su libro El Hombre en Busca de Sentido.
Me pregunte -ante el titulo- ¿Cuanto lo había honrado durante mi vida?, en ese momento note que en realidad no mucho, así que decidí hacerlo inmediatamente. Le escribí lo que a continuación esbozo:
Lo amo profundamente, pero nunca se lo había dicho, al menos no en palabras, la carta comenzó inspirada por el titulo "Honraras a tu padre y a tu madre", nose porque, simplemente fue así, seguramente algo que pugnaba por salir del inconsciente, recordé muchísimo a Viktor Frankl en su libro El Hombre en Busca de Sentido.
Me pregunte -ante el titulo- ¿Cuanto lo había honrado durante mi vida?, en ese momento note que en realidad no mucho, así que decidí hacerlo inmediatamente. Le escribí lo que a continuación esbozo:
"Honraras a tu padre y a tu madre; Papito lindo nunca lo comprendí, pero hoy desde el ser madre entendí que son las palabras respetuosas y las acciones que resultan de una actitud interna que te estima por tu posición, luego, investigue también que, proviene de la palabra griega para honor, que significa venerar, apreciar, y valorar. Honor es darte respeto, no solo por mérito sino también por rango.
Bueno creo que de eso, no has recibido mucho, al menos no de mi parte, pero como todo ser humano imperfecto, cometí errores que, se te rompieron ese corazón tan bello que tienes, pero Dios sabe porque nos envía ese tipo de experiencias (...)".
Ahí la declaración de amor, perdón. Y me detengo aquí pues así lo fue, porque fue tan importante para mi, finalmente reconocer que, no me había perdonado aquel sentimiento de culpa que me embargaba, como para el saber que lo había hecho bien. Luego continuo así:
"También te quiero decir que todos aquellos errores que cometí no fueron porque tu desempeño como padre no fue eficiente, al contrario, aprendí muchas cosas de ti, joven y adulta cuando vivía contigo y te echaba broma. Las decisiones que considerabas acertadas o no, fueron enteramente mi responsabilidad como mujer. El apoyo que me diste en todo aquel rollo en el que me metí jajajajaj del cual resultaron esos dos hermosos nietos que hoy tienes, te lo agradezco inmensamente, no hay palabras, acciones, ni dinero para devolverte todo lo que nos diste y sigues dando (...)".
"También te quiero decir que todos aquellos errores que cometí no fueron porque tu desempeño como padre no fue eficiente, al contrario, aprendí muchas cosas de ti, joven y adulta cuando vivía contigo y te echaba broma. Las decisiones que considerabas acertadas o no, fueron enteramente mi responsabilidad como mujer. El apoyo que me diste en todo aquel rollo en el que me metí jajajajaj del cual resultaron esos dos hermosos nietos que hoy tienes, te lo agradezco inmensamente, no hay palabras, acciones, ni dinero para devolverte todo lo que nos diste y sigues dando (...)".
Aquí la honra y a su vez, descubro que la casualidad no existe, todo es producto de la causalidad. Me enseño a amar, puso sus limites, pero como siempre decía, "no le des a nadie comida, enséñales a pescar". Y ese, es un amor sano, responsable, incondicional, pues no se lanzo conmigo en la sala de parto, ni llevo la barriga a cuestas -mi mama si manejo como meteoro hasta la clínica el día de mi primer parto y ahí se quedo en una calmada espera- pero si me dio mi caña, y a pescar finalmente mi primer trabajo.
Me hablo -en palabras extremadamente cortas, pues no habla mucho, pero cuando lo hace, es preciso, exacto, lo justo y necesario- sobre el compromiso, dedicación. Me demostró mediante acciones también, que aquella responsabilidad no era para con mis hijos, que aquel compromiso no era con la vida, ni con el, sino conmigo misma; Aprendí junto a el, mediante la acción de pulirle todos sus zapatos los fines de semana, sobre la humildad, a lavarle el carro -cuando pedía cosas- para hacérmelas ganar, al finalizar, supervisaba, pues si hacia algo, tenia que hacerlo bien; Ahí aprendí sobre el valor de las cosas, que debía esforzarme para ganar lo que pedía.
De ahí pues, mis dos hermosos hijos, que dentro de la sociedad en la que vivo, me siento orgullosa, agradecida, sobre todo con Dios que me guiaba y yo no le prestaba atención y con mis padres, por dar lo que tenían para dar, aceptar con amor quien soy, lo que soy, con virtudes y defectos; He ahí un amor incondicional.
Finalmente la verdad es que, fue para mi la honra de tener tan ejemplares padres que me dieron la oportunidad de comprender una vez mas, que es mediante el ejemplo y el trabajo, la manera mas eficaz de hacer de nuestros hijos, seres humanos de bien, ya que no se puede dar a nadie lo que no se tiene.
Es bueno preguntarse luego de esta lectura, porque tenemos los hijos que tenemos, comprender que nunca es tarde para comenzar o aprender, al final, no venimos con una guía debajo del brazo, que nos indique como ser padres, y sobre todo entender, que no nos las sabemos todas.
Los amo infinitamente.
Los amo infinitamente.
Gracias por compartir una vivencia tan personal! Ciertamente de la calidad de hijos que somos dependerá la calidad de hijos que tengamos!
ReplyDeleteAsí es querida colega, me alegra que mi vivencia sirva de reflexión.
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