Friday, 26 July 2013

COMO POR SI FUERA POCO

Si, como por si fuera poco -por lo anteriormente expuesto en otros artículos- en el transcurrir de las semanas, me he visto envuelta en un remolino de dificultades, dificultades que me pedían un cambio, a los que hasta muy recientemente no había dado respuesta, y es que -como siempre digo- un cambio de hábitos y de ambiente, jamas ha sido tarea fácil.

Menudo trabajo me ha tocado realizar, comenzando por conocer mi historia familiar, no puedo negar que, he quedado sorprendida -por no decir abismada- con la cantidad de secretos que una familia puede guardar en el tiempo, en este particular, la mía.

Ademas de sorprendida, también me ha brindado la oportunidad de, primero conocer realmente a mi familia, atar cabos, reconocer situaciones y conductas, comprender el porque mi abuela materna -que en paz descanse- sabia tantas cosas, callaba muchas otras y a pesar de ello siempre tener amor para dar, nunca se quedo anclada en la amargura que le generaba una situación, ¿como hacia para trascender todo aquello? creo que amor, mucho amor, luego de mucho dolor.

También me ha ayudado a comprender de donde vengo -reír sobre ello, acostumbro a reír de mi y mis cosas, no hay nada mas terapéutico que reír de si mismo- a mi madre, a mi padre, a mis tíos de ambas partes, a mi abuela paterna y su eterno sufrimiento -la antítesis- tuve dos abuelas que vivían situaciones desde contextos diferentes, pero si lo veo dimensionalmente, era lo mismo pero, vivenciado desde puntos de vista distintos, aun así, sus puntos de encuentro para mi fueron, la entrega total a la familia, el compromiso, la bondad, el amor y  la resolución de conflictos (y rápido), mi abuela materna -maracucha- a la cual le encantaba mantenerse actualizada en todo lo que podía, luego de escucharme finalizaba diciendo, "¿aja y ahora que vais hacer con eso?", con esa pregunta entiendo ahora, que lo mas importante era lo que venia y que el resto ya era pasado, en el mismo momento de hacerme la pregunta, ese aprendizaje para mi hoy, no tiene precio. 

Por otro lado esta mi abuela paterna, la de los eternos "porque", siciliana, le llamábamos mussolini jjajajaja pues, comandaba en todo -hoy día a sus 88 años comanda- la flojera, el desorden, la limpieza, el contemplar lo bello de las cosas simples de la vida, ser humilde -no al extremo, pues sabia muy bien mandar a la gente al carajo- comprensiva, decir siempre la verdad, aunque eso te llevara a un tremendo castigo, no me guardaba ni una sinverguenzura, de ser posible te exponía al punto tal de sentir vergüenza y pedir perdón; Son para ella aun algo primordial. Para ella una madre que no enseña a sus hijos a procurar su propio sustento es una "mala madre", en cambio aquella que exigía a sus hijos a limpiar la cocina, su cuarto y ordenar su ropa antes de salir, era una madre "de oro". Así mismo es pues es mi tía (hermana de mi padre), viven juntas hasta el día de hoy, yo viví muchos fines de semana y, semanas con ellas por el tipo de trabajo de mi padre y lo lejano que era irme a buscar al terminar su jornada. 

Mis abuelos paternos ambos, fueron hombres fuertes de carácter, trabajadores inagotables, dentro de mi comprensión, comprometidos, a su manera responsables, amorosos con sus nietos, rígidos con sus hijos, pero siempre se comunicaban a través de un -mi abuelo materno- "dime mi amor", o un, -mi abuelo paterno- "venga mi ratona, déjenla pasar" (recuerdo tenia cáncer y no me dejaban entrar a la habitación, pero me vio por el reojo de la puerta y me llamo) me pellizcaba los cachetes, me permitió andar en mi triciclo en el lobby del colegio que tenían, apenas terminaba la domestica de pulir el granito -a pesar de las quejas de la nonna-. Recuerdo una tarde, la entrada del colegio estaba sembrada por una flor que se llama cayena, no preciso si era mi padre el que hacia esto o mi nonno -tal ves ambos- arrancaban una flor, le quitaban el rabito y apretando salia como una especie de gusanito, este solían ponérmelo en la punta de la nariz, y me regalaban la flor, este gesto para mi era de amor, de apreciación, de tomar un simple momento y convertirlo en algo significativo. Mi abuelo materno era pesista, gano muchos trofeos, muy disciplinado, persistente, se trazaba metas y las cumplía, determinado; tal ves de ahí sale la inspiración de mi madre -que fue tenista- por hacerme practicar un deporte como la natación, donde viaje muchísimo, gane muchísimas medallas y trofeos que aun conservo. Así fueron mis dos abuelos, de ellos ayer y hoy aprendí muchísimo. Los ame inmensamente. 

Hasta ahora nose lo que me depara mi proceso de cambio, lo que si se es que, disfrutare cada paso que de, cada suspiro, cada lagrima, cada motivo, cada amanecer, cada anochecer, hasta lograr el equilibrio y, a partir de ahí, retomar las metas que había postergado por un simple desvio.

"Sea que nos guste o no nos guste, todo lo que esta sucediendo en este momento, es producto de las decisiones que tomamos en el pasado". Deepak Chopra




Saturday, 13 July 2013

EL REGALO QUE LA VIDA ME DIO

En días pasados mi padre cumplía años, no sabia que hacer, pues, esta lejos de mi en estos momentos, así que, decidí escribirle algo. 
En ese ínterin de escribirle algo a mi padre, descubrí que jamas lo había hecho.
Seguí profundizando; ¿Que escribirle? ¿Que decirle?. Comencé con lo que llamo "una declaración de amor". 



Lo amo profundamente, pero nunca se lo había dicho, al menos no en palabras, la carta comenzó inspirada por el titulo "Honraras a tu padre y a tu madre", nose porque, simplemente fue así, seguramente algo que pugnaba por salir del inconsciente, recordé muchísimo a Viktor Frankl en su libro El Hombre en Busca de Sentido. 

Me pregunte -ante el titulo- ¿Cuanto lo había honrado durante mi vida?, en ese momento note que en realidad no mucho, así que decidí hacerlo inmediatamente. Le escribí lo que a continuación esbozo:

"Honraras a tu padre y a tu madre; Papito lindo nunca lo comprendí, pero hoy desde el ser madre entendí que son las palabras respetuosas y las acciones que resultan de una actitud interna que te estima por tu posición, luego, investigue también que, proviene de la palabra griega para honor, que significa venerar, apreciar, y valorar. Honor es darte respeto, no solo por mérito sino también por rango. 

Bueno creo que de eso, no has recibido mucho, al menos no de mi parte, pero como todo ser humano imperfecto, cometí errores que, se te rompieron ese corazón tan bello que tienes, pero Dios sabe porque nos envía ese tipo de experiencias (...)".

Ahí la declaración de amor, perdón. Y me detengo aquí pues así lo fue, porque fue tan importante para mi, finalmente reconocer que, no me había perdonado aquel sentimiento de culpa que me embargaba, como para el saber que lo había hecho bien. Luego continuo así:

"También te quiero decir que todos aquellos errores que cometí  no fueron porque tu desempeño como padre no fue eficiente, al contrario, aprendí muchas cosas de ti, joven y adulta cuando vivía contigo y te echaba broma. Las decisiones que considerabas acertadas o no, fueron enteramente mi responsabilidad como mujer. El apoyo que me diste en todo aquel rollo en el que me metí jajajajaj del cual resultaron esos dos hermosos nietos que hoy tienes, te lo agradezco inmensamente, no hay palabras, acciones, ni dinero para devolverte todo lo que nos diste y sigues dando (...)".

Aquí la honra y a su vez, descubro que la casualidad no existe, todo es producto de la causalidad. Me enseño a amar, puso sus limites, pero como siempre decía, "no le des a nadie comida, enséñales a pescar". Y ese, es un amor sano, responsable, incondicional, pues no se lanzo conmigo en la sala de parto, ni llevo la barriga a cuestas -mi mama si manejo como meteoro hasta la clínica el día de mi primer parto y ahí se quedo en una calmada espera- pero si me dio mi caña, y a pescar finalmente mi primer trabajo.

Me hablo -en palabras extremadamente cortas, pues no habla mucho, pero cuando lo hace, es preciso, exacto, lo justo y necesario- sobre el compromiso, dedicación. Me demostró mediante acciones también, que aquella responsabilidad no era para con mis hijos, que aquel compromiso no era con la vida, ni con el, sino conmigo misma; Aprendí junto a el, mediante la acción de pulirle todos sus zapatos los fines de semana, sobre la humildad, a lavarle el carro -cuando pedía cosas- para hacérmelas ganar, al finalizar, supervisaba, pues si hacia algo, tenia que hacerlo bien; Ahí aprendí sobre el valor de las cosas, que debía esforzarme para ganar lo que pedía.

De ahí pues, mis dos hermosos hijos, que dentro de la sociedad en la que vivo, me siento orgullosa, agradecida, sobre todo con Dios que me guiaba y yo no le prestaba atención y con mis padres, por dar lo que tenían para dar, aceptar con amor quien soy, lo que soy, con virtudes y defectos; He ahí un amor incondicional.

Finalmente la verdad es que, fue para mi la honra de tener tan ejemplares padres que me dieron la oportunidad de comprender una vez mas, que es mediante el ejemplo y el trabajo, la manera mas eficaz de hacer de nuestros hijos, seres humanos de bien, ya que no se puede dar a nadie lo que no se tiene.

Es bueno preguntarse luego de esta lectura, porque tenemos los hijos que tenemos, comprender que nunca es tarde para comenzar o aprender, al final, no venimos con una guía debajo del brazo, que nos indique como ser padres, y sobre todo entender, que no nos las sabemos todas.

Los amo infinitamente.

Tuesday, 9 July 2013

A PASO DE CARACOLITO HERIDO

En este peculiar momento de mi vida, estoy experimentando el preludio de lo que llamamos nosotros los Terapeutas Psicosociales y muchos otros profesionales de la salud mental, el síndrome del nido vacío, esa sensación de perdida de un ser muy querido que se nos va, de duelo profundo, el sentir que no he hecho todo lo posible o, peor aun, no había dado todo lo que podía dar, cuestión que, según mi criterio carece de bases, pues; "Eso es lo que hay". 
Difícilmente en el preciso momento pude determinar lo que sentía, pues me invadía aquella sensación de perder el rol que ejecuto desde hace 40 años, y es que descubrí ademas, o mejor esbozado, me hice consciente como madre matricentrada, esa madre que vive para sus hijos y escasamente para ella misma, en mayor o menor medida, vi que esto ocurría desde hace todos estos años. Sonrío ahora y me repito a mi misma lo que tanto digo en terapias grupales, realizo lo que se llama "autoasistencia psicológica", lo cual significa según Levy "darnos a nosotros mismos “eso” que tanto necesitamos emocionalmente para sentirnos mejor.

El barullo no termina ahí, eso fue apenas el comienzo, lo que a continuación puse en practica para sanar, mitigar e integrar estas nuevas cosas que suceden ante mis ojos, es realmente el punto central de este, mi tema. 
Una de las acciones que ayuda muchísimo es comenzar por si misma, detectar en que parte de nuestra vida repercute este abandono,  duelo o perdida. 

En mi experiencia luego de una introspección, me di cuenta de que nadie me estaba abandonando, sino que yo misma me había abandonado hacia muchísimos años. Posteriormente a esto me pare frente al espejo y vi una mujer descuidada, con raíces en el cabello, pasada de peso, vestida con lo que se me atravesaba, sin ser exigente conmigo misma, conforme con lo poco que me daba y recibía, fui bajando el nivel de exigencia sin siquiera notarlo, así la estima, el amor, la compasión, entre otros. Por Dios, llegue hasta comerme los plátanos quemados para que mis hijos y esposo se comieran los doraditos. 

Luego de unas semanas, trabaje para exigirme mas a nivel profesional -tanto que ahora escribo en este blog- me compre una camisa, compre el tinte para teñirme el cabello, me recree mas, fui al dermatologo, entre otras muchas cosas, simplemente, ¡COMENCÉ A VIVIR!. 

Mas adelante, deje a un lado la superficialidad para adentrarme en las profundidades de mi tan descuidado yo -el ser humano-, tenia metas y planes trazados donde esta persona estaba incluida, tuve que comenzar a redireccionar todo, note que dispongo de mas dinero, pero de menos sentido; Comprar un perro como recomiendan algunos especialistas conmigo no funcionaria pues, tengo 3, así que me dije, bueno ¿y ahora?, y hasta ahí llego porque en eso estoy jajajaja, pero es muy importante descubrir ese nuevo sentido, pero bueno, ya vendrá esa inspiración a mi, como repetía siempre alguien por ahí.

Otra de las cosas que ayuda a mitigar el sentimiento de perdida es hacerse participe -si es posible conviértase en una suegra impertinente metiche- es broma, participe desde su tan temido rol; SUEGRA, hasta la palabra pesa, siempre respetando las decisiones que le parezcan inadecuadas, incorrectas, locas, entre otros. La idea es amiga que se goce todo el proceso, ¡disfrútelo! ud se lo merece, yo me lo merezco. 

Mire hacia atrás y recuerde cuando usted estaba en la misma posición, la emoción y la alegría que sentía cuando sabia que estaba a punto de cambiar su vida para mejor, enamorada, entusiasmada, ilusionada, abrumada, asustada, ansiosa, pero feliz; Y desde esa experiencia, ayude, apoye, ame, VIVA todo lo que pueda, comprenda que es un motivo de alegría y no de pesar, pues nuestro rol no es el de recoger la cosecha, sino simplemente de sembrar, esperando que la misma sea buena, prospera. Que logren mas de lo que nosotras logramos, y sobre todo, luego de todo esto, si dios nos lo permite, estar ahí en el momento que nos necesiten, así como también, no estar para ellos cuando eso necesiten.

Después de esto, le aseguro podrá sentirse mejor consigo misma, lograra llenar el vacío, dar un nuevo sentido a su vida, sin morir en el intento.

Hija TE AMO de aquí a la luna, a pasitos de caracolito herido. ®
A ti también TE AMO Ale, you know it!

Thursday, 4 July 2013

Sanadores Heridos

De estos mis pequeños años de practica terapéutica y tal ves desde hace mucho, he querido escribir sobre mis experiencias de vida, -si bien enriquecidas por una carrera- siempre considere un acto provechoso para muchos la oportunidad de saberse no únicos en ciertas experiencias negativas o positivas, y porque no, descubrir que no están solos en este andar.

Desde mis inicios en la carrera universitaria, escuche de quienes considero colegas -tomando en cuenta que de otros varios aprendí muchísimo, y a quienes hoy día respeto profundamente- no entender para que estudiaba Terapia Psicosocial, alegaban que la misma no proporcionaba las herramientas elementales para tratar personas, decían unos; enfermos, decían otros, y yo en mis adentros pensaba "seres humanos por el amor a Cristo". ¿Que tanta técnica, herramientas, test?, entre otros, se puede necesitar para escuchar el sufrimiento o padecimiento de otro ser humano igual que yo?. Continuaba aquella tertulia con comentarios como "que si se abre un proceso puede ser delicado, que no puedes abrir procesos en una consulta terapéutica" y así un sin fin de cosas; Entonces me preguntaba, ¿es que acaso el proceso de una niña violada por su padrastro no esta abierto desde el mismo momento del acto? y es que el ser humano que llega a consulta con semejante historia lo que quiere es tratar de "entender", yo diría "comprender", ¿porque le sucedió esto o aquello?, e inconscientemente  busca darle un nuevo sentido, Viktor Frankl en esto es muy claro, "A través del dolor también se descubre el sentido de la vida".
En mi experiencia terapéutica, y en la de muchos profesionales del área es bien sabido que este y otros muchos padecimientos o sufrimientos son mejor comprendidos, superados e integrados cuando se realizan en grupo, entonces pues ¿no entraría o encajaría muy bien adaptado un Terapeuta Psicosocial en ese menester?, mas aun; si ha sufrido o padecido alguna experiencia parecida, la cual haya superado.
Creo, como dijo una colega hace poco, que hay que dejar la practica del escritorio, para entrar en lo que yo llamo la practica desde la comprensión, para comprender; hay que amar, amarse para amar y sobre todo, adentrarse en el entendimiento de que no sabemos con certeza el origen de muchos padecimientos, pero si es de rigor universal la existencia de  una cura; El Amor. 
Y es que, ¡vamos a admitirlo!, como dijo alguien por ahí, la Terapia Psicosocial llega a donde no llega el asfalto.

"Lo que importa es cuanto amor se dedica al trabajo que realizamos". 
María Teresa de Calcuta.