Wednesday 2 October 2013

MEDIOCRIS

Recuerdo claramente en mis años universitarios, que uno de mis mas estimados profesores, coloco en el salón, un cartelito con un mensaje que invitaba a reflexionar sobre la mediocridad. 

Pues bien, ese día la mayoría de mis compañeros de clase se sintieron aludidos, lo tomaron personalmente -cabe destacar que, ya habíamos leído el libro de los 4 acuerdos- se ofendieron de tal manera, que algunos dejaron de asistir a clases por varios días.

Yo por otra parte me quede pensando en aquella palabra que, pica una que otra vez en la vida, así que decidí investigar. Descubrí que mediocre según el diccionario de la real academia española quiere decir, de calidad media, de poco merito tirando a malo. Así que comencé a preguntarme cuantas cosas había dejado sin terminar y con un bajo nivel de exigencia o de calidad media. Encontré  mas adelante, que en mis años de bachiller mis notas eran muy bajas, y que mi comportamiento dejaba mucho que desear, para resumir, puedo decir que llegue a ser suspendida.

En mis años -que fueron muchos- como deportista, no llegue a las olimpiadas porque mi nivel de exigencia era muy bajo, eso me hacia mediocre. Fui una excelente nadadora, gane muchos trofeos y medallas de oro, pero pude hacer mas, muchísimo mas.

Así continué hasta la universidad, estudie relaciones industriales y mis notas seguían siendo bajas pues me convertí en lo que se me ocurre decir, una mediocre profesional, fue casi mi profesión, dejar todo a medias, estudie diseño de modas y nunca lo termine. Estudie ingles -que es mi lengua materna- tampoco lo termine, a pesar de eso, lo hablo y entiendo muy bien, pero pude certificarme y no lo hice, aunque el italiano -que es mi lengua paterna- logre aprenderlo bastante bien, la realidad es que, no me quedaba otra, mi padre, abuela y tías hablaban muy poco español. Comencé a mostrar signos de cambio cuando decidí estudiar mecánica y ortopedia dental, saque las dos especialidades en dos años -la cual es de tres cada una- con méritos y excelentes notas, por cuestiones de salud, no pude ejercer muchos años. 

Mucho mas adelante en la vida, cuando descubrí porque estoy aquí,  decidí estudiar Terapia Psicosocial. En el proceso -porque para mi fue un proceso de crecimiento- crecí, descubrí y trabaje muchas áreas de mi vida, deje a un lado la mediocridad y me encargue de graduarme como profesional en las Terapias Psicosociales con muy buenas notas y, el otro titulo que reposaba en mis hombros y que en muchas ocasiones no me dejaba avanzar, DECIDÍ colgarlo para siempre.

Así que, invitándote  también a ti a reflexionar, cabe hacerse la pregunta;          
¿SOY MEDIOCRE?.

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